Bicampeón del mundo de rallys al inicio de los 90 con un Toyota Celica y el mejor piloto español de todos los tiempos en esta especialidad, Carlos Sainz probó suerte con los raids tras dominar en el asfalto, la nieve, el hielo y la tierra. En el 2005 fichó por Volkswagen con un solo objetivo: ganar también el Dakar. Y, como se trataba del Matador, del mejor, acabó ganándolo en compañía de Lucas Cruz, su copiloto en las dunas y el desierto.
-¿Tiene la misma presión este año que antes de ganar el Dakar?
-Tocaría decir lo que dicen los futbolistas, ¿verdad?, que cada partido es diferente y que no hay rival pequeño. En efecto, cada rally, cada año, es distinto. Debo decir que, a nivel de espíritu, sí estoy más relajado este año, pero solo a nivel de espíritu porque sigo teniendo las mismas ganas de conseguir la victoria que el año pasado y que el anterior, y el anterior, y el anterior. Las ganas y la pasión son las mismas. Cuando dejé el Mundial de rallys se me planteó la opción de hacer el Dakar y ese fue un objetivo muy atractivo. Tras ganarlo el año pasado he de reconocer que me siento un deportista muy pero que muy afortunado.
-Logró la victoria en la anterior edición tras una dura pugna con su compañero de equipo Al-Attiyah. ¿Habrá órdenes de equipo este año?
-No. Al menos eso es lo que me han dicho. Yo creía que el rival estaba en BMW y en el resto de participantes, pero al final comprobé que lo tenía en mi propio equipo. Al final gané pero con la menor diferencia de la historia: 2.12 minutos. Fue una pasada. Este año tampoco hay órdenes de equipo pero, por si acaso, mejor que salgamos a atacar desde el principio para ir primeros si por algún casual se llegan a producir.
-¿Volverán a tocarse en carrera, como ocurrió en la última edición?
-Espero que no, aunque no negaré que todos los rivales me tienen ganas. Yo saldré como siempre, con todo el respeto hacia todos los pilotos y rivales. Vamos a hacer nuestra carrera y a tratar de ganar disfrutando al máximo de esos 14 días. Aunque estamos preparados para lo peor, por supuesto. En teoría en el Dakar no se debería producir ningún contacto entre vehículos y menos tratándose del mismo equipo… aunque si es preciso dar un toque, se da. No nos tenemos que arrugar. Avisados ya están y espero que no se produzca problemas de ese tipo porque, entre otras cosas, no es bueno para el rally.
-¿Cuál será su estrategia esta vez?
-La misma de siempre. No conozco otra. En el Dakar siempre sabes que algún día vas a tener problemas y por eso no se puede salir a especular. Si sufres un contratiempo también puede ser contraproducente obsesionarte con intentar recuperar el tiempo perdido porque, si te vuelves a equivocar, multiplicas el error por dos y, si te descuidas, hasta por tres. Siempre tienes que luchar por estar delante y esa será mi estrategia. Hay que marcar un ritmo fuerte desde el principio porque eso de salir tranquilo en un Dakar ya ha pasado a la historia. No hay días fáciles en esta carrera.
-¿Qué cambios ha habido de importancia en el reglamento?
-El tema de la navegación va a ser muy importante, por eso tengo plena confianza en Lucas, mi copiloto. Los puntos de paso que antes nos daban con la coordenadas del GPS pasan de los tres kilómetros de margen a los 800 metros y, por lo tanto, hay que afinar mucho a la hora de acertar el camino. El rumbo es importante, pero ahora hay que ser aún más precisos porque un error te puede dejar lejos de la zona de paso. Es importante tomar buenas decisiones, sobre todo en las zonas de dunas. En el último rally Ruta de la Seda, disputado por Rusia y Turkmenistán, la organización ya probó con puntos señalados en 400 metros y no nos perdimos, por lo que los cambios y mediciones del Dakar no nos asustan.
-¿Qué modificaciones han hecho en el Volkswagen Race Touareg para afrontar la carrera?
-Básicamente, el coche es el mismo que el del año pasado. Se han cambiado algunos parámetros, sobre todo en cuanto a refrigeración del motor. En la anterior edición sufrimos problemas con la temperatura ya que, cuando subía el calor, el motor se sobrecalentaba y perdíamos algo de potencia y, por tanto, penalizábamos en tiempo. Eso se ha solventado y, en ese aspecto, nuestro Volkswagen es mucho más fiable. La quinta marcha también es un poco más larga, lo que nos permite tener una mayor velocidad punta. Las suspensiones, el sistema de frenos y el resto es muy similar al coche con el que ganamos el año pasado.
Fuente: rallyglobal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario